Aprender Literatura...
martes, 30 de abril de 2013
viernes, 9 de noviembre de 2012
Otro desenlace para Barranca abajo
Los alumnos de 3ro 2 del Liceo n.°66 crearon otro deselnace para Barranca abajo, de Florencio Sánchez, obra que representarán en unos días.
ACTO III
Escena I
(A la mañana, en la comisaría.)
Gutierrez: Puede irse, y no haga ninguna
locura, oyó.
Zoilo: Sí...¡Ya era hora que me soltaran! (Sale caminando con la cabeza gacha.)
Escena II
(Zoilo aparece
bruscamente en la estancia que antes fue suya y al encontrarse con Juan Luis lo
mira fijo, con furia.)
Zoilo: Ahora mesmito vas a pagar por todo lo
que hiciste, sabandija.
Juan Luis: Viejo,
yo no he hecho nada que no hayas
merecido...Es más, te dejé vivir en mi casa.
Zoilo:
¡Inrespetuoso! Te viá matar (Saca un
cuchillo de la cintura y lo apuñala en el abdomen).
Juan Luis: (Agonizando)
Aunque me mates no recuperarás a tu familia ni tus tierras.
Zoilo: Yo no
tendré nada, pero vos tampoco, desgraciao.
(Zoilo limpia el
cuchillo, saca una carta del bolsillo y se retira de la escena.)
Escena III
Gutierrez: Vengo con malas noticias. (Entrega un sobre a la mujer)
Dolores: Ave María Santísima, no me asuste
comisario.
Gutierrez:
Zoilo ha matao a don Juan Luis y luego
se ha quitado la vida...Lo lamento mucho.
Dolores:
Noooo (Llora cargada de cupla).
Telón
lunes, 8 de octubre de 2012
José Martí
Selección de poemas
Poema ix
Quiero, a la sombra de un
ala,
contar este cuento en flor:
la niña de Guatemala,
la que se murió de amor.
Eran de lirios los ramos;
y las orlas de reseda
y de jazmín; la enterramos
en una caja de seda...
Ella dio al desmemoriado
una almohadilla de olor;
él volvió, volvió casado;
ella se murió de amor.
Iban cargándola en andas
obispos y embajadores;
detrás iba el pueblo en tandas,
todo cargado de flores...
Ella, por volverlo a ver,
salió a verlo al mirador;
él volvió con su mujer,
ella se murió de amor.
Como de bronce candente,
al beso de despedida,
era su frente -¡la frente
que más he amado en mi vida!...
Se entró de tarde en el río,
la sacó muerta el doctor;
dicen que murió de frío,
yo sé que murió de amor.
Allí, en la bóveda helada,
la pusieron en dos bancos:
besé su mano afilada,
besé sus zapatos blancos.
Callado, al oscurecer,
me llamó el enterrador;
nunca más he vuelto a ver
a la que murió de amor.
contar este cuento en flor:
la niña de Guatemala,
la que se murió de amor.
Eran de lirios los ramos;
y las orlas de reseda
y de jazmín; la enterramos
en una caja de seda...
Ella dio al desmemoriado
una almohadilla de olor;
él volvió, volvió casado;
ella se murió de amor.
Iban cargándola en andas
obispos y embajadores;
detrás iba el pueblo en tandas,
todo cargado de flores...
Ella, por volverlo a ver,
salió a verlo al mirador;
él volvió con su mujer,
ella se murió de amor.
Como de bronce candente,
al beso de despedida,
era su frente -¡la frente
que más he amado en mi vida!...
Se entró de tarde en el río,
la sacó muerta el doctor;
dicen que murió de frío,
yo sé que murió de amor.
Allí, en la bóveda helada,
la pusieron en dos bancos:
besé su mano afilada,
besé sus zapatos blancos.
Callado, al oscurecer,
me llamó el enterrador;
nunca más he vuelto a ver
a la que murió de amor.
Poema xxxv
¿Qué importa que tu puñal
Se me clave en el riñón?
¡Tengo mis versos, que son
Más fuertes que tu puñal!
¿Qué importa que este dolor
Seque el mar y nuble el
cielo?
El verso, dulce consuelo,
Nace al lado del dolor.
Poema xlvi
Vierte, corazón, tu pena
Donde no se llegue a ver,
Por soberbia, y por no ser
Motivo de pena ajena.
Donde no se llegue a ver,
Por soberbia, y por no ser
Motivo de pena ajena.
Yo te quiero, verso amigo,
Porque cuando siento el pecho
Ya muy cargado y deshecho,
Parto la carga contigo.
Porque cuando siento el pecho
Ya muy cargado y deshecho,
Parto la carga contigo.
Tú me sufres, tú aposentas
En tu regazo amoroso,
Todo mi amor doloroso,
Todas mis ansias y afrentas.
En tu regazo amoroso,
Todo mi amor doloroso,
Todas mis ansias y afrentas.
Tú, porque yo pueda en calma
Amar y hacer bien, consientes
En enturbiar tus corrientes
Con cuanto me agobia el alma.
Amar y hacer bien, consientes
En enturbiar tus corrientes
Con cuanto me agobia el alma.
Tú, porque yo cruce fiero
La tierra, y sin odio, y puro,
Te arrastras, pálido y duro,
Mi amoroso compañero.
La tierra, y sin odio, y puro,
Te arrastras, pálido y duro,
Mi amoroso compañero.
Mi vida así se encamina
Al cielo limpia y serena,
Y tú me cargas mi pena
Con tu paciencia divina.
Al cielo limpia y serena,
Y tú me cargas mi pena
Con tu paciencia divina.
Y porque mi cruel costumbre
De echarme en ti te desvía
De tu dichosa armonía
Y natural mansedumbre;
De echarme en ti te desvía
De tu dichosa armonía
Y natural mansedumbre;
Porque mis penas arrojo
Sobre tu seno, y lo azotan,
Y tu corriente alborotan,
Y acá lívido, allá rojo,
Sobre tu seno, y lo azotan,
Y tu corriente alborotan,
Y acá lívido, allá rojo,
Blanco allá como la muerte,
Ora arremetes y ruges,
Ora con el peso crujes
De un dolor más que tú fuerte,
Ora arremetes y ruges,
Ora con el peso crujes
De un dolor más que tú fuerte,
¿Habré, como me aconseja
Un corazón mal nacido,
De dejar en el olvido
A aquel que nunca me deja?
Un corazón mal nacido,
De dejar en el olvido
A aquel que nunca me deja?
¡Verso, nos hablan de un Dios
Adonde van los difuntos:
Verso, o nos condenan juntos,
O nos salvamos los dos!
Adonde van los difuntos:
Verso, o nos condenan juntos,
O nos salvamos los dos!
jueves, 26 de julio de 2012
Consultas para la prueba semestral
No olviden que pueden hacer consultas para la prueba a través del Blog.
domingo, 17 de junio de 2012
martes, 29 de mayo de 2012
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